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El efecto anclaje


El Efecto Anclaje en la vida cotidiana:

El Efecto Anclaje no es sino la tendencia que tenemos a establecer un punto de partida, a partir del cual realizaremos las comparaciones y valoraciones que vendrán a continuación. Y lo más interesante es que no se aplica solo a los números sino prácticamente a todas las esferas de nuestra vida.

Por ejemplo, cuando vamos a comprar una casa, un coche o un ordenador, el primer precio que veamos será el punto de referencia a partir del cual compararemos el resto de las propuestas. También se conoce que cuando se debe negociar el precio de un producto o servicio, si comenzamos por un precio elevado existirán grandes probabilidades de llegar a un precio final alto pero si comenzamos por un precio bajo, al final se arribará a un precio aún menor.

Un curiosísimo experimento realizado por Dan Ariely demuestra cuán susceptibles somos a este efecto. Este psicólogo le pidió a un grupo de estudiantes que le dijese las últimas tres cifras de su código de identificación fiscal. Después les enseñó una botella de vino, explicó sus características y le pidió a cada persona que escribiese en un papel cuánto estarían dispuestas a pagar por ella.

Así pudo apreciar que aquellos que tenían los códigos de identificación fiscal más altos (el número que disparó el Efecto Anclaje) estaban dispuestos a pagar mucho más que quienes tenían números de identificación más pequeños.

¿Cómo evitar el Efecto Anclaje?

Evitar el Efecto Anclaje es complicado, sobre todo porque normalmente ocurre fuera de nuestra conciencia. No obstante, ahora que lo conoces, la próxima vez que tengas que realizar una compra importante o quieras negociar un precio, podrás mantenerte alerta.

Una excelente estrategia es recordar precios del producto o servicio diferentes a los que te han propuesto ese día. De esa manera tendrás un abanico de comparación más amplio y podrás romper el maquiavélico mecanismo del Efecto Anclaje.

Otra alternativa es fijar un precio de antemano, del cual no estás dispuesto a moverte. Si cuando llegas a la tienda o encuentras al vendedor te propone un precio más elevado, posterga la decisión y regresa a casa. El Efecto Anclaje se desvanece con el paso de los días y así podrás tomar una decisión de manera más racional.

Fuentes:
Ariely, D. (2008) Predictably Irrational: The Hidden Forces That Shape Our Decisions. Nueva York: Harpers Collins.
Strack, F. & Mussweiler, T. (1997) Explaining the enigmatic anchoring effect: Mechanisms of selective accessibility. Journal of Personality and Social Psychology; 73(3): 437-446.

Comentarios

  1. Es interesante como el subconsciente juega un rol es este caso, la percepción individual de ciertas cosas influencian en tu ultima decisión

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